La historia de la arcilla polimérica
En 1939, Käthe Kruse, una famosa fabricante de muñecas alemana, conoció la primera forma de arcilla polimérica. Fue su hija, Sophie Rehbinder-Kruse, cuya experimentación finalmente condujo a lo que hoy conocemos como arcilla polimérica, quien desarrolló el primer kit de arcilla polimérica en 1954. Diseñado principalmente para la creación de mosaicos, miniaturas, jarrones y otros objetos artísticos, se denominó «FIMOIK», una contracción de «Fifi» (apodo de Sophie Rehbinder-Kruse) y «Moïk», que significa mosaico.
En 1964, la empresa Eberhard Faber, especializada en materiales artísticos, adoptó la idea y desarrolló el material para usos más artísticos. En 1967, se presentó al público «FIMO», la nueva marca.
En la década de 1970, la arcilla comenzó a ganar popularidad en Europa y Estados Unidos (con la marca Polyform, ahora conocida como Sculpey), particularmente entre artistas y aficionados creativos.
En las décadas de 1980 y 1990: La arcilla polimérica se diversificó con la introducción de nuevos colores, nuevos tipos (translúcidos, brillantes, etc.) y técnicas de modelado avanzadas. Los artistas comenzaron a explorar diversas aplicaciones, como la creación de joyas, miniaturas, figuras y decoraciones.
En la actualidad, la arcilla polimérica está ganando cada vez más popularidad y las posibilidades creativas que ofrece este material parecen infinitas.